lunes, 28 de diciembre de 2009

2- Dєѕтяυ¢тινσ:


Entusiasmado intercedo ante ti,
Suspirando la esencia redentora
Que continuamente procuramos sentir creíble,
Y conseguir librarnos de todo mal.

Contradices nuestras plegarias,
Dejándonos con el anhelo en los labios,
Insinuando que jamás habrías oído,
Mayor burla.

(Pide y se te dará,
Grita y se te escuchará)

Ahora yo te cuestiono:
¿Y por qué a mí?
Y tu afirmas:
¿Por qué a ti no?...

- Respetarás mi voluntad, o no serás digno de divinidad.
Aquella que nos deteriora a medida que transcurre el tiempo.
- Seguirás mi camino, y mostrarás interés a pesar de las tinieblas.
Cargaremos con la cruz y corona de espinas,
hasta el último día de nuestra vida.

Oscilando entre las diferentes tragedias,
Descubro que la desolación
Y desequilibrios asignados para cada ser,
Acabarán por compartirse en consenso.

Suspiro y mi sangre se congela,
Volviendo al mismo estado de impotencia.
Mientras me hechas en cara,
Que no continúe quejándome,
Que hay gente que se encuentra en irreversibles condiciones.

(Ante nuestra posible resignación nos recuerdas:
“No hay peor enfermo que el que no quiere curarse,
Ni peor ciego que el que no quiere ver”)

Y yo directamente procedo a responderte frente a dicha vacilación:
Que la felicidad siempre ha sido una escusa,
Para comprobar si nos hallábamos a tu altura.

- Respetarás mi voluntad, o no serás digno de divinidad.
Aquella que nos deteriora a medida que transcurre el tiempo.
- Seguirás mi camino, y mostrarás interés a pesar de las tinieblas.
Cargaremos con la cruz y corona de espinas,
hasta el último día de nuestra vida.

Anúncianos en qué consistirá el final,
Al fin y al cabo,
Prevalecemos bastante destrozados por dentro.
Si aún tienes piedad,
Y sobrevive entre tus lágrimas algún milagro que valga,
Quizás tu arrepentimiento sea la única solución.

Infinitos mirar te han adorado,
Otros te han escupido en el rostro.
Pero yo, hago referencia a los gestos solidarios,
Que igualmente así, por intentar mantener su sonrisa, les condenas.

- Respetarás mi voluntad, o no serás digno de divinidad.
Aquella que nos deteriora a medida que transcurre el tiempo.
- Seguirás mi camino, y mostrarás interés a pesar de las tinieblas.
Cargaremos con la cruz y corona de espinas,
hasta el último día de nuestra vida.

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