lunes, 28 de diciembre de 2009

3- Aмєиαzα ∂є Dємσ¢яα¢ια:


Uh, uh, ah…
Ah, ah, ah…

Uh, uh, ah…
Ah, ah, ah…

Proclamó agradecimientos al destino,
Mientras recordaba las sonrisas provenientes,
Del pasado reciente.
Aquellas llamaradas de alivio,
Que ofrecieron refuerzo a los pequeños desequilibrios.

Se encontraba convencido,
De que nada suele ser como tememos.
Si no hemos llevado a cabo ninguna acción que promocione a la discordia.
Aunque afirmaba, que una de las leyes de la vida decía,
Que no siempre caeríamos bien a algunas personas.

Por eso no dudes en recurrir a la ignorancia,
Si algún malentendido de posible evitación,
Pueda debilitar negativamente tu estado anímico.

Uh, uh, ah…
Ah, ah, ah…

Resulta sencillo culpar a los demás,
Por una falta mutua, que ha provocado una herida en tu sensibilidad.
Antes de darte por aludido frente a una posible traición,
Piensa primero…en las caricias prohibidas que experimentaste a las espaldas de dicho protagonista.

Renuncia a la frustración,
Proveniente del rencor ajeno.
Si has rechazado sentimentalmente a un vínculo cercano,
Y haces todo lo posible por acoger sus latidos en un corazón de terciopelo.
Interrumpe instantáneamente la obra de caridad,
Si solo piensa en distorsionarte el reposo.
Colocándote una espina bajo tu almohada.

Por eso no dudes en recurrir a la ignorancia,
Si algún malentendido de posible evitación,
Pueda debilitar negativamente tu estado anímico.
Todos cometemos errores,
A veces delitos imaginarios,
Al llevar a cabo una ofensa a propósito.
Ser que no esté dispuesto a aceptar lo que fuera del compromiso puedes ofrecerle,
Jamás hubiera desde luego,
Haberse sentido capaz de hallar la esencia del amor a tu vera.

No confíes utopías a la existencia,
Si desconoces la cifra de obstáculos,
Con los que toparás hasta alcanzar la cima.
Ni esoterismo,
Ni esencias plastificadas sobre las estanterías de tiendas baratas.
Ayúdate de alguna plegaria para evocar la calma.
Acepta la realidad del presente,
Y de los ejemplos provechosos aprende.

Uh, uh, ah…
Ah, ah, ah…

Uh, uh, ah…
Ah, ah, ah…

Por eso no dudes en recurrir a la ignorancia,
Si algún malentendido de posible evitación,
Pueda debilitar negativamente tu estado anímico.
Comprendo que la tristeza,
Aumente tu apetito por recibir ternura.
Las carencias serán compensadas en mayor proporción,
A medida que obtengas el valor necesario.
No solo para disfrutar,
Si no también lograr mantenerlo adecuadamente.

No confíes utopías a la existencia,
Si desconoces la cifra de obstáculos,
Con los que toparás hasta alcanzar la cima.
Ni esoterismo,
Ni esencias plastificadas sobre las estanterías de tiendas baratas.
Ayúdate de alguna plegaria para evocar la calma.
Acepta la realidad del presente,
Y de los ejemplos provechosos aprende.

Y ahora duerme tranquilamente con la idea,
De que tu media naranja se encuentra soñando,
Con el cariño que pronto le otorgarás.
Recibido y programado,
Bajo un romance naciente a las estancias del amanecer.

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