lunes, 28 de diciembre de 2009

1- Lα Dινιиα Cσиѕριяα¢ιóи [BONOS]


Y es de aquellas tardes,
En la que la soledad se convierte en nuestra única compañía.
La misma que en su esencia,
Comparte una brisa de inspiración.
(Sólo tú tienes la capacidad de dominio personal)

Te asomas a la ventana,
Y notas, que entre la contaminación acústica de risas y felicitaciones.
El anhelo interviene modestamente en tu diálogo con la paz interior.
(Solo tú posees el control)

¿Y por qué aparentará ser, que todos pueden y yo me siento excluido de aquel entorno?
¿En qué fallas cuando optas por la corrección e igualmente renacen los errores?...

Nunca he sido pesimista,
A pesar de mis desequilibrios morales…

Retomaré soluciones en sintonía con mi propio universo.

Y son personas mensajeras de la calma y la justicia,
Personas que dedican su existencia a mantener limpia la biodiversidad.
Personas que hacen de un espíritu huérfano el fruto de su propio vientre,
Personas que donan un órgano con la esperanza de mantener la respiración de un latido ajeno.
Personas que deterioran sus virtudes a cambio de un minuto de tranquilidad,
Personas que llegado su momento, depositan su memoria en nuestros recuerdos.
Personas que descubren el amor,
otras que aprender a sobrecargar las heridas que derivan del mismo.
Personas que superan el sufrimiento a través de la reflexión.

Y me pregunto que será de la vida de los seres lejanos,
Las miradas y caricias, que me acogieron a lo largo de mi infancia.
(Sólo tú tienes la capacidad de dominio personal)
Nadie jamás se verá capaz de comprender,
Lo que daría yo por un simple abrazo.
O al menos un gesto, que me anuncie que yacen en buenas condiciones.
(Sólo tú tienes la capacidad de dominio personal)

Nunca he sido pesimista,
A pesar de aquellas lágrimas, que golpean profundamente…

Retomaré soluciones en sintonía con mi propio universo.

Y son personas mensajeras de la calma y la justicia,
Personas que dedican su existencia a mantener limpia la biodiversidad.
Personas que hacen de un espíritu huérfano el fruto de su propio vientre,
Personas que donan un órgano con la esperanza de mantener la respiración de un latido ajeno.
Personas que deterioran sus virtudes a cambio de un minuto de tranquilidad,
Personas que llegado su momento, depositan su memoria en nuestros recuerdos.
Personas que descubren el amor,
otras que aprender a sobrecargar las heridas que derivan del mismo.
Personas que superan el sufrimiento a través de la reflexión.

Ignoremos a quien opta por el odio,
Teniendo al alcance de su par de menos,
El cuidado y el consuelo.
A quien opta por la competencia,
Saciando su hambre sin necesidad de combate.
Condenemos a sangre fría,
A quien demuestre un simple enfado,
A través de un asesinato.
Sin decoraciones al asunto.

Sin fe estaríamos perdidos,
A pesar de las frases: “Todavía nos encontramos a tiempo,
Nunca es tarde para volver a empezar…”
Ambas reflejan un esfuerzo lejano a la voluntad del ser humano,
Ya que el poder y el cerebro de la codicia,
No prestan ni un gramo de importancia a las futuras generaciones.

El viento comienza a danzar entre las farolas…
Cuando amanezca,
Las estrellas que alumbran el manuscrito serán un recuerdo también.
Y un nuevo día, comenzará.
Antes de pretender salir de un atasco,
Debemos aceptar los hechos tal y como son.
Recurrir al diálogo,
Y no permitirnos resignar el llanto.

Y son personas mensajeras de la calma y la justicia,
Personas que dedican su existencia a mantener limpia la biodiversidad.
Personas que hacen de un espíritu huérfano el fruto de su propio vientre,
Personas que donan un órgano con la esperanza de mantener la respiración de un latido ajeno.
Personas que deterioran sus virtudes a cambio de un minuto de tranquilidad,
Personas que llegado su momento, depositan su memoria en nuestros recuerdos.
Personas que descubren el amor,
otras que aprender a sobrecargar las heridas que derivan del mismo.
Personas que superan el sufrimiento a través de la reflexión.

Y el día en que marche para siempre…
Y seas tú quien experimente en carne el mundo de las emociones.
Por tan crueles e incandescentes que espinen algunas.
Estaré cobijándote desde mi cielo.

Como tú, hubieras hecho conmigo…

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